Se desnudó con lentitud frente a la ventana. Sabía que él la estaba mirando del otro lado de la calle.
Sonó el teléfono. Sabía que él la estaba llamando para susurrarle las mismas palabras obscenas, irrepetibles.
Cerró la ventana. No contestó el teléfono.
Cuando la puerta de su departamento se abrió, supo que él no se lo perdonaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para dejar su comentario seleccione el perfil ANÓNIMO, o si prefiere utilice alguno de los perfiles disponibles.