Uno busca llenos de esperanzas a la mujer de sus sueños y no se imagina que ya en ese momento le están marcando su destino.
Te vi una madrugada con el corazón como mirando al sur y supe que iba a amarte.
Te encargaste de demostrarme que el mundo fue y será una porquería.
Yo quise ser un barrilete a tu lado, pero a vos te faltó piolín.
¡Ma sí! La vida es una herida absurda __ Dijo el hombre mientras acariciaba el puñal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para dejar su comentario seleccione el perfil ANÓNIMO, o si prefiere utilice alguno de los perfiles disponibles.