BIOGRAFIA NO AUTORIZADA DE LA MAGIA

Los ángeles son entidades invisibles, etéreas que no tienen nada que ver con las iglesias. 
Se manifiestan a través de la magia que no tiene nada que ver con trucos de magos ni ilusionistas. 
La magia es un estado que sólo puede percibirse cuando todo nuestro ser está abierto a lo que vive, de tal manera que la luz se apropia de cada poro de la piel.
Y algo se expande y la belleza aparece en un gesto, en un transcurrir leve o en una intensidad que puede llegar a desbordar. 
Los ángeles acompañan, pero no se quedan quietos y acuden cuando es imprescindible para auxiliar a aquellos que no han podido dosificar la magia. 
Los ángeles son instaladores de magia. En el mismo instante en que nace un niño o niña, alguien le corta el cordón y ellos instalan el hilo de luz sin que obstetra alguno lo haya visto jamás. 
Después, a muchos se les extingue esa luz al crecer y olvidan. 
¿Y qué les pasa a quienes la perciben con frecuencia y la defienden sin capa y sin espada? 
Están expuestos a ciertos sinsabores, pero creen que vale la pena tanta alegría, tanto alborozo. 
Los ángeles están allí para hablarles, para cuidarlos, para avisarles, aunque quienes se han convertido en sutiles usinas de magia. suelen no escucharlos, por su obstinación en la luz. 
Y quieren creer que la magia está en otros seres a los que perciben peculiares, más allá de que algún ángel suspicaz les advierta : _ No te vayas de ronda que se acaba por llorar. 
Y de pronto una señal, un signo, muestra que algo no es lo que era o se creía que era. 
Los ángeles se van; es su destino andar de aquí para allá deshollinando chimeneas, cuando los dejan. 
Antes de retirarse te dejan un decálogo: 
1. La magia te fue instalada cuando naciste. 

2. La magia es tuya y debes cuidarla. 

3. Es conveniente que la expandas allí donde estés. 

4. La magia no es tangible, pero se expresa. 

5. La magia te pone alas, pero hay que afirmarse bien en las raíces para que el hilo de luz no se corte. 

6. La magia no se compra ni se vende. 

7. La magia no habita en los sitios donde hay quienes quieren ganar para que otros pierdan. 

8. La magia es amiga del aire y cómplice del amor en cualquiera de sus formas. 

9. La magia no admite rejas, ni controles, ni medias tintas. 

10. La magia detesta los decálogos que los humanos escriben porque son afectos a los decretos. 

Cuando hay un cortocircuito, es necesario el llanto para expulsar lo que duele y, después, descalzarse y bailar. 
Y hay que haberse ahogado en lágrimas para desear de nuevo el aire y con él, la verdad. 
Lo bueno de la magia es que aparece de pronto y te pone un motor silencioso, potente, inefable. 
Hay un riesgo, el aterrizaje forzoso.

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