Tuve la fantasía de encontrarte por azar y que nos invadiera una loca pasión capaz de salvarte. Pero ya se sabe que las grandes pasiones no suelen terminar bien y preferí esta ternura sólida y dejar que el tiempo transcurriera.
Estabas solo y en rebelión, creo que desde hace mucho tiempo. Quisiera haberte dicho entonces lo que significabas para mí. Siempre y a pesar de todo, guardaste la dignidad de un búfalo obstinado.
Cometiste muchos errores,lo sé y es casi seguro que yo no hubiese podido convivir con tus demonios. Cuando te vi por primera vez la piel se me puso a cantar con vibraciones nuevas. Tan bello, tan indómito…
Te he guardado en mi corazón como un tesoro oculto y, a pesar de tus nocturnidades y mi silencio, siempre te quedaste conmigo.
Hoy el búfalo se enfrentó al último tren, bravío y triste, triste y expectante, expectante y gordo, gordo y magnífico.
¿Cuántos dolores escondiste en tu cuerpo de viejo emperador?
¿Cuántos enigmas te tragaste con el alcohol?
¿Cuántas blasfemias te quedaron de este infierno?
Con tu recuerdo, me transformo en una púber deseante frente al muchacho áspero que me despertó el duende.
Puedo intuir lo que sentiste en tu abismo y te estoy abrazando para que no sientas tanto frío, ahora que vas a correr como un caballo hacia el mar sin el peso de los kilos, querido primer amor, querido Marlon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para dejar su comentario seleccione el perfil ANÓNIMO, o si prefiere utilice alguno de los perfiles disponibles.